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Arquitectos: Reimers Risso Arquitectura
- Área: 90 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Fernando Schapochnik
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La lógica compositiva de la estructura propone una dinámica espacial donde los servicios se concentran para liberar los otros espacios de uso. Una bóveda de ladrillo, un plano horizontal, seis planos opacos verticales, y dos planos construidos con ladrillo de vidrio constituyen espacialmente todo el proyecto. La secuencia geométrica de la modulación funciona como conector y articulador del interior con el exterior. Los materiales exponen su textura y color particulares.
Los espacios que se expanden hacia el exterior suponen secuencias de apropiación del paisaje circundante, a partir de sistemas de relación flexibles propuestos por los módulos libres. La obra pone en valor arquitecturas locales, a partir de procesos de resignificación de elementos tradicionales.
Investigación sobre pequeñas casas suburbanas. Las casas están ubicadas en las afueras del casco urbano. La estrategia de ocupación del suelo se centra en la disposición de superficies reducidas sobre una grilla modular más extensa. Se apela a un sistema de galerías o patios como espacios transición con el objetivo de producir toda clase de situaciones intermedias posibles entre lo que consideramos espacios netamente interiores y aquellos que son exteriores. Se busca un lenguaje elemental. La disposición funcional se centra en amplificar espacios de mínima superficie logrando cualificarlos con múltiple texturas y posibilidades de uso.
Proyecto y decisiones tecnológicas. El objetivo es definir sistemas estructurales y constructivos que se conviertan en oportunidades, espacios de crecimiento y posibles transformaciones. Se piensan de forma libre, abierta para permitir futuras concreciones. Las instalaciones deben admitir cambios y actualizaciones. La habitante es fundamental en el proceso de proyecto, ya que su intervención futura – en la concreción de su hábitat – es uno de los temas fundamentales para decidir los sistemas constructivos, la casa debe adecuarse a sus futuras necesidades, debe ser capaz de ser mejorada.
La vivienda diseñada bajo la condición de adaptabilidad implica concebirla ya no como un producto terminado, sino como un soporte. Una vivienda que en su fase inicial ofrece prestaciones mínimas, pero que ha sido pensada para poder incorporar nuevas terminaciones, mejores equipamientos y futuras aportaciones de nuestra usuaria. De este modo se también se optimizan los recursos económicos y materiales.